El recorrido comienza con la pieza que cerró su última gran exposición monográfica, celebrada en 2007 en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Martirologio cromático (2006). Con ella se da cierta continuidad a su trabajo y se nos presentan sus proyectos creativos más recientes.

Gordillo no es un artista que se acomode en una manera de trabajar y eso se refleja en sus trabajos, repleto de pulsiones, tensiones y energías, hecho que hace que el visitante, de manera inconsciente se active visualmente. Su aversión a situarse dentro de un cauce único, sobre todo en el tema pictórico, queda patente en muchas de las piezas aquí expuestas.

Sus trabajos, la mayoría realizados en gran formato, nos muestran algunos de sus rasgos más característicos como el color, las formas sinuosas, las representaciones celulares, la fragmentación del lienzo y del dibujo por capas, las intervenciones en dibujos o las series fotográficas en las que lo cotidiano se nos presenta como algo extraño. Dípticos y trípticos se superponen entre elementos geométricos, manchas y objetos cotidianos cargados de humor e incluso de extrañamiento. A pesar del aparente caos, Gordillo crea con un orden casi geométrico, con una estructura en forma de mosaico o de caleidoscopio donde el ritmo lo van marcando la repetición y la combinación de los motivos.